Pensando en colgar un autorretrato, acabé colgando una foto de mi hijo. Creo que así salgo más favorecido. Tal vez porque no nos parecemos en nada. Toda una suerte. Yo me ahorro un montón de culpabilidades sin remedio y él se libra de la obligada tarea de hacerse diferente a mí. Es verdad que aún quiere parecérseme, pero eso es solo porque todavía es demasiado pequeño para poner nombre propio a sus miedos. Entre tanto, somos felices viviendo en este malentendido que es la infancia, y mientras dura vamos con nuestro billete de ida en el mismo vagón de tren, frente a frente: el me mira a los ojos cuando no me entiende y yo miro a los suyos cuando le entiendo demasiado. Llegará un día, no lo sé, en que empezará a parecérseme sin quererlo. Tal vez para entonces yo haya cambiado tanto que le miraré a los ojos sin entenderle y él mirara a los míos comprendiendo toda mi perplejidad, de nuevo frente a frente, con un billete de vuelta entre los dedos.
miércoles, 29 de octubre de 2008
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Seguro que se parece a tí más de lo que cuentas, incluso más de lo que supones. Esos parecidos latentes y los producidos por el roce son en cierto modo inevitables por un lado y benditos por otro.
ResponderEliminarRespecto al retrato, me encanta. La luz en sus ojos desprende infancia, al contrario que tú, yo no pienso que sea un malentendido, sino todo un acierto de la vida. Dura lo justo, lo que uno quiere....
El blanco y negro con efecto gramour también tiene lo suyo.
Saludos.
Me sorprendio la foto. Ahora no se parece a tí y quiere parecerse, dentro de unos años ya no querrá parecerse a tí y no se parecera, cuando tenga tu edad se dará cuenta de que se parece a su padre más de lo que él pensaba, porque eso lo llevamos pegado debajo de la piel y nos aflora cuando nos vemos en las mismas circunstancias que nuestros progenitores, porque queramos o no son muchos años de convivencia y además todo se hereda.¿Fatalista?
ResponderEliminarUn beso
Los gestos que copiamos de nuestros padres son más sinceros que los parecidos físicos.
ResponderEliminarLa mirada amorosa de un padre se posa en el rostro del hijo para dejarle una parte de lo que ha sido.
Magnífico (autor)retrato, emotivo texto.
Muy entrañable la foto, se nota en ella el cariño del fotografo, aunque no lo intentes, cualquier imágen que tomes de tu hijo estará cargada emocionalmente. Y el comentario inesperado por mi parte, pero preciosa reflexión de la vida, se lee muchísimo entre líneas, has conseguido resumir la vida.
ResponderEliminarTodos esperamos que nuestros hijos saquen lo mejor de nosotros, en ellos vemos ilusión por aprender y ilusion por comprendernos.
ResponderEliminarCuando aprenden algo nuevo ellos se alegran pero nosotros nos llenamos de orgullo.
Muy buen retrato, sobre todo por el sentimiento que le has puesto al hacerlo.
Un saludo.
La verdad que si el retrato representa su forma de ser y de pensar, seguro que se va pareciendo a ti más de lo que crees. Solo el orgullo con el que aquí lo pones, ya que dices que es tu autorretrato, habla por si solo, sin más explicaciones de lo que pensáis el uno del otro.
ResponderEliminarUn abrazo para los dos.
¡Felicidades!
ResponderEliminarPor tu hijo y por el retrato ...
Decimos que es un autoretrato sobre el retrato (con tus pensamientos) de tu hijo, valle?!
Saludos
Un bonito retrato. Tienes un hijo muy guapo. La verdad es que nos parecemos a nuestros padres mas de lo que creemos. A mi me pasa con pequeños detalles y un dia me doy cuenta que las hago como las haria mi padre. En cierta manera me enorgullezco de parecerme a él en tantas cosas buenas, aunque no de otras menos buenas.
ResponderEliminarSaludos!
bueno fuiste tú quien llamó autorretrato a la entrada, eso explicaria parte de tu escrito. la foto es preciosa, el chiquillo también y en ese pequeño cuadro se ve mucho mas que una imagen. Creo que no solo retrataste a tu hijo ni a tí mismo, puede que haya implicada mas de una generación. Los parecidos mas allá de lo físico son normales, necesarios segun edades diria yo, luego cada cual se acaba de formar e independiza su propio "yo" de las tutelas paternas, pero amigo mio eso no borra las huellas que en cada uno de nosotros dejan nuestros padres y es bueno que así sea.
ResponderEliminaruna gran foto.
Muy guapo, yo tengo dos... uno de 11, que se me parece bastante, hasta el punto de que me veo reflejado en él... y otro que es un clon de mi mujer... felicidades por tu hijo, destila inteligencia en su mirada, cuidalo.
ResponderEliminarsaludos
Queremos separar por lotes nuestras 'herencias'... Y eso es muy dificil, destilar solo eso que sabemos casi con certeza que es un buen poso, lo demás desdeñarlo, pero no parece posible... O por lo menos no es nada fácil...
ResponderEliminarSaludos.
Que calidad de luz, me gusto mucho son fotos que se toman en un momento y quedan para la eternidad y que mejor que sea tu hijo, aparte de colgarla aqui mandala a imprimir en grandeeeeee y esa si es para colgarla en la casa.
ResponderEliminarSaludos
y un abrazote mi amigo
Hermosa foto, xuanrata.
ResponderEliminarLa reflexión, teñida de melancolía.
Inspira ternura el orgullo que sientes por el pequeño ;-)
Como cada persona es un misterio, quizás sea temerario hacer un pronóstico de lo que pasará con nuestros hijos.
Creo que lo mejor es disfrutar "de/con" ellos y dejar que el tiempo fluya.
Un saludo desde el sur.
Antón.
Un retrato magnifico. Un nigno feliz. Que suerte tiene con un padre como tu. Sigue contemplandolo y no te canses nunca! No olvides decirle lo magnifico que es y que feliz te hace.
ResponderEliminarUn abrazo!
Me parece una foto preciosa, la mirada inocente y curiosa me encanta....
ResponderEliminarSeguro q se parece una barbaridad a ti...., y eso tiene q ser una maravilla, coincido con Ramón, es un acierto.
Feliz jueves
Hermosa foto. El blanco y negro muy acertado.
ResponderEliminarhttp://izaskunontour.blogspot.com/
Llegará un día lejano que se mirará al espejo y verá sin querer a su padre.
ResponderEliminarPuede que no se parezca a ti, pero los genes son inevitables y estoy segura de que teniendo un padre que ya piensa de una manera muy particular, terminarán entendiéndose sin siquiera mirarse a los ojos. No hay nada como la mirada transparente y pura de un niño, y tú lo has captado con el ojo de tu cámara, sin mirarlo directamente a los suyos.
ResponderEliminarMuchas Gracias por tan bello comentario que me has dejado.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCuando los genes y los gestos se han puesto de acuerdo, dan lugar a esta suerte de autorretrato a destiempo, pues en el se vislunbra, lo que un dia casi fuiste.
ResponderEliminarfelicidades por el retrato, aunque me ha encantado el escrito mucho.
ResponderEliminarmuy emotivo, al menos para aquellos que somos padres..
Saludos
Tiene tus genes y eso es indiscutible... son ellos, junto con tus enseñanzas, los que al final de cuentas harán que se parezca cada día más a ti.
ResponderEliminarMe fascina tu forma de decir las cosas... de describir los "escenarios"... es increíble de verdad... felicidades por tu hijo y a él por el padre que tiene.
Me han encantado tus fotografías y tus textos, he visto tu enlace en jan puerta y realmente es impresionante tu blog.
ResponderEliminarTe agregaré en el mío para que más personas lo puedan admirar tanto como yo.
Un saludo!
genial retrato , me sorprende la iluminacion posterior se le supone mirando a una ventana y hay luz desde atrás, el aire blur te quedo estupendo, buen retrato tramposillo..
ResponderEliminarsaludos brujos
Supongo que este es el niño de la guerra de los zapatos? El retrato es perfecto, nitidez en los ojos, expresión y frescura. El niño, es una preciosidad. Por cierto, tus comentarios siempre me llegan, pero este lo ha hecho de forma particular. He leído la última frase con un nudo en la garganta y un escalofrío incipiente. No se si porque lo de ser madre es todavía una tarea que tengo pendiente, o porque el otoño nos acerca más a nuestros propios sentimientos.
ResponderEliminarUna frase preciosa. Y verdaderamente cierta.
Besos
Me gusta mucho el retrato. Su expresión, la nitidez y el suave desenfoque.
ResponderEliminarAprovecha que a esta edad sigue dejándose, porque el mío ya... es que ni se me ocurre pedirle que pose. Si tengo suerte le hago algún robado y poco más.
Oye, hacía mucho tiempo que no me pasaba por tu blog de fotos, y la verdad me he quedado boquiabierto con la cantidad y calidad de las fotos. Hay algunas que son como la vida misma, naturales, sin forzar nada; muy bien, has conseguido ponerme la carne de gallina.
ResponderEliminarEn cuanto a ésta, me parece que el niño tiene una mirada de adulto dentro de un niño. La mirada escrutadora sabiendo el qué y el cómo me gusta. Tienes un hijo muy guapo.
Que foto más bonita. Me ha gustado mucho tu reflexión.
ResponderEliminarImagino que da vértigo eso de mirarte y verte de una forma u otra en los ojos de tu hijo. No he podido experimentar ese magnífico momento porque todavía no he tenido la suerte de ser madre.
Pero bueno, imagino que te pareces más de lo que crees, y que todo es más complicado de lo que yo hasta el momento me puedo imaginar.
Saludos
Un autoretrato falso precioso, tu hijo es guapísimo, y espero que cuando sea mayor se parezca a sí mismo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Querido Jan...
ResponderEliminarEsos ojos con esa mirada de búsqueda, sólo pueden ser tuyos..Un autoretrato perfecto en B/N, con un juego luz puntual.
Cuando el niño crezca, que sea tan orgolluso de su papá, como lo eres tú de él!
Un abrazo fuerte, Amigo
Ilona
Pues no, no vale. Tienes un hijo muy guapo con un padre muy artista, pero eso no es un autorretrato, ni siquiera tramposo, por mucho verbo que le pongas. Queda pendiente.
ResponderEliminarEso sí, la foto me encanta.
Listo!
ResponderEliminarMe voy emocionada... pero de verdad, con una lagrimita que desciende desde mi ojo derecho contenta por leerte.
Gracias.
El mío tiene 10. Y ya va haciuendo fotos , ja ja!
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