–Venga , Xuan, no te quedes ahí parado delante de la puerta. Entra y tómate algo.
–Es que hoy no puedo, voy fatal de tiempo.
–Pues mira, aquí tenemos todo el tiempo del mundo. Nos da risa el tiempo. No te digo más.
–No, de verdad. Además últimamente la bebida me sienta fatal.
–Entonces no te vas sin probar un orujo reserva como de 500 años, que está de muerte.
–Sí, hombre, justo lo que me faltaba, un agujero en el estómago.
–Pues mira, después de tomarlo no se nos ha quejado nunca nadie. Pero nadie.
–Que no, que luego me lío, que me esperan en casa y no quiero broncas con la parienta.
–Es que hoy no puedo, voy fatal de tiempo.
–Pues mira, aquí tenemos todo el tiempo del mundo. Nos da risa el tiempo. No te digo más.
–No, de verdad. Además últimamente la bebida me sienta fatal.
–Entonces no te vas sin probar un orujo reserva como de 500 años, que está de muerte.
–Sí, hombre, justo lo que me faltaba, un agujero en el estómago.
–Pues mira, después de tomarlo no se nos ha quejado nunca nadie. Pero nadie.
–Que no, que luego me lío, que me esperan en casa y no quiero broncas con la parienta.
–Pero si tu casa es ésta, Xuan. Y además aquí termina viniendo todo el mundo. Si me apuras hasta la parienta vendrá. No veas cómo se pone esto.
–Y todas esas velas, y ese olor a cerrado. Que no, que paso.
–Nada, tú ni caso, es todo un puro decorado, cosas del jefe. La verdad es que en cuanto se llena el local, apagamos las velas y aquí paz y después gloria.
–Si es que no me conocéis. Cuando bebo me pongo de un llorón que doy asco.
–Que va, seguro que eres el alma de la fiesta.
–Sí, el alma en pena.
–Aquí se olvidan todas las penas. Hasta de tu nombre te olvidas.
–No, si me acabaréis liando.
–Y deja ya esa jodida cámara, Xuan. Total, ya sabes que nosotros nunca salimos en las fotos. Anda, pasa.
–Bueno, venga, va. Pero solo un momento, eh.
–Y todas esas velas, y ese olor a cerrado. Que no, que paso.
–Nada, tú ni caso, es todo un puro decorado, cosas del jefe. La verdad es que en cuanto se llena el local, apagamos las velas y aquí paz y después gloria.
–Si es que no me conocéis. Cuando bebo me pongo de un llorón que doy asco.
–Que va, seguro que eres el alma de la fiesta.
–Sí, el alma en pena.
–Aquí se olvidan todas las penas. Hasta de tu nombre te olvidas.
–No, si me acabaréis liando.
–Y deja ya esa jodida cámara, Xuan. Total, ya sabes que nosotros nunca salimos en las fotos. Anda, pasa.
–Bueno, venga, va. Pero solo un momento, eh.
–Pues claro, Xuan, solo un momento.
Jajajajaja, que me he reido leyendo!!! Vaya texto!! Y la imágen te ha quedado de muerte!!
ResponderEliminarSabéis impresionar también con el miedo, Xuan. Y es que tengo que reconocer que soy muy miedosa para este tipo de cosas...
ResponderEliminarFelicidades.
Bar y funeraria siempre unidos.
ResponderEliminarSaludos.
Muy buena la historia y aun mas la fotografia.
ResponderEliminarQue cosas se encuentran en este mundo.
Saludos
GENIAL!!!! La foto es MAGNIFICA y el texto sensacional!!! Vivo entre la funeraria y el cementerio, perfecto para estos dias de Halloween. Un dia de estos retratare la funeraria de aqui. Ya veras, no tiene nada que ver con la que nos ensegnas hoy en tu foto.
ResponderEliminarUn abrazo!
¡Coño, Xuan, tú por aquí!
ResponderEliminarUy, los 'sólo un momento' qué peligrosos son!!! Me encantan tus fotos, no te lo había dicho aún? Pues eso.
ResponderEliminarQué diálogo y qué foto: en el fondo, no debería haber diferencias entre una puerta y otra.
ResponderEliminarNo se si aceptaría la invitación a entrar, ahora, a la de una copita de orujo, a esa, siempre, aunque se me emborronen las imágenes.
ResponderEliminarUn saludo
Es un gran contraste entre las dos puertas, dos mundos, diferentes intereses. Muy bien visto.
ResponderEliminarSaludos
Hola amigo, quien se niega a disfrutar una copa tan insistida y tan entretenida como esta, espérame hay que voy para allá.
ResponderEliminarMuy buena chispa la tuya.
Por lo menos cafe no faltará en los velatorios.
ResponderEliminarBien vista, el texto que la acompaña genial.
Un saludo.
Aquí paz y después gloria...genial Xuan....el alma en pena , y el talento te sobra...
ResponderEliminarbesiños
Tres horas más tarde...
ResponderEliminar(Espero el siguiente post).
:-P
Una maravilla. Qué bueno eres y qué buenos momentos nos haces pasar.
ResponderEliminarMuy bueno. Qué valiente. Con lo confuso que se ve el panorama. Ahora queda la segunda parte: cómo fue la salida; en qué condiciones, hubo realmente salida de ese local?
ResponderEliminarfantastica foto, y fantastico el texto. planteado como cosa graciosa desborda ingenio, un exámen más a fondo da miedo, miedo pensar lo cerca que puede estar la muerte, lo inconscientes que somos, lo alegre y despreocupadamente que algunos transitan por el caminar de sus vidas...bueno es que paso mucho tiempo en la carretera y esto me dio que pensar.
ResponderEliminarExcelente, Xuan, me imagino que la invitación depende del negocio que se tenga al lado.
ResponderEliminarTe deje una nota en mi relato
Buenísimo! Como para ir a parar a la funeraria después del bar no? Un foto simple pero con muchísimo significado y la historia está demás decir, que siempre son un agrado leerlas.
ResponderEliminarSaludos!
¿Pero te invitaban desde el bar o desde la funeraria? ¿O ambos son un mismo ocio y negocio?
ResponderEliminarJajaja, me ha gustado mucho leer ese diálogo mientras desviaba la vista a la fotografía, la composición (diálogo-imagen) es perfecta, la composición fotográfica también, jajaja.
ResponderEliminarCuéntanos cómo estaba ese orujo, que lo mismo nos pasamos a probarlo. ;-)
Saludos.
buenísimo
ResponderEliminarbuen texto y mejor foto...
ResponderEliminarNOOOOOO!!! No entres Xuan!!!!!
ResponderEliminarqué haremos sin tus fotos? sin tus comentarios? sin tus palabras???? Quedate quietecito y no entres, ve a casa, haz fotos, haz el pino puente...pero no entres!!!
juas, juas... ¿entrarias en el de la izquierda no? eso me recuerda una historia que contaban el otro día en la radio, sobre una funeraria ubicada en LAs Palmas y que casualmente se llamaba "Funerania Las Palmas"
ResponderEliminarsaludos.
La puerta del bar es para soportar las penas y el cansancio por la vela de los finados, que buena foto. Saludos.
ResponderEliminarLa puerta que comunica los dos mundos, divide ambos establecimientos.
ResponderEliminarPasar el dintel de un lado a otro y la eternidad entra en nosotros en ambos lados.
ups .... hahahaha .... una sátira fotográfica y menos mal! Me gusta mucho muy buena!!!
ResponderEliminarSaludos
Joo, qué fácil es convencerte, lo tendremos en cuenta. Pero la cámara no la poses, ¿vale?
ResponderEliminarAbrazos!
Ostia tu¡¡ como pa confundirse de puerta, esto me recuerda mi tiempo de estudiante, cuando estudiábamos (es un decir)ingeniería en Bejar, un año vivimos encima de la funeraria, cada vez que había fiambre nosotros hacíamos fiesta¡¡¡ que ala gente éramos
ResponderEliminarmu bien vist al foto
saludos brujos
resp a fotos brujas: jejej , que no que no es el tratamiento que soin asín de guarrete
ResponderEliminarjajaja
si , es un filtro de B&N
saludos
jajajaja...genial amigo!
ResponderEliminarFantástica duplicidad. Ojo con equivocarse de puerta ;-)
ResponderEliminarMe encanta el ojo observador que tienes, Xuan. Besos
Eso he dicho yo muchas veces, y con una cámara en la mano, que es lo más peligroso. Puedes perderla. Pero es peor perder la vida. Aunque en el caso de la foto, no hay ninguna pega, tienes el sitio perfecto para cuando cierra el bar, un poco macabra la historia, el diálogo contigo mismo, y con tus amigos, con tu conciencia y con esa puerta prohibida.
ResponderEliminarMenos mal que está cerrada, eso nos alivia bastante. La suerte es encontrar este tipo de cosas tan curiosas y poder disfrutarlas después, para la muerte tenemos todo el tiempo del mundo, para la diversión, desgraciadamente menos.
En definitiva, la foto es genial, y aún más el texto. Felicidades.
Por supuesto, el talento no está completo si le falta el sentido del humor.
ResponderEliminarYa nos contarás qué tal estaba el orujo espectral.