A Estaçao Nova - Coimbra
Para detener el tiempo no hay mejor laboratorio que una sala de espera. Allí la sal de los minutos se va añadiendo en dosis crecientes al agua turbia que vierten los ventanales, hasta que la solución se adensa lo suficiente como para sostener nuestro cuerpo en la ingravidez del duermevela. Si además se trata de la sala de espera de una estación, ese espacio donde no logran arraigar ni los pasos ni nuestros pesados culos, entonces el efecto suspensivo se completa y a partir de ese momento ya nada es lo que debe: ella parece que duerme cuando en realidad está viajando porque qué otra cosa es viajar sino soñar con la cabeza apoyada en una maleta. Yo en cambio parezco viajar cuando la verdad es que estoy soñando pues qué otra cosa es soñar sino viajar a ese lugar que parece ajeno pero es el más íntimo posible porque secretamente lo estamos buscando siempre, el que se resume en ese instante que añadir a nuestro desvencijado calendario.
Un lugar de nostalgias, de sueños, de realidades que parecen soñadas...
ResponderEliminarMe han encantado las dos fotografías y verte de nuevo por aquí.
Buena fotografía, sobre todo el zoom.
ResponderEliminarBienvenido de nuevo al universo bloguero fotográfico!
Saludos desde Terrassa
que bien que ya volviste!!! y además en plena forma, precioso el texto sobre todo la parte final y preciosas las fotos, sobre todo la ampliación, me gusta el recorte que hiciste y como "ella" ocupa todo el espacio, aunque la primera tampoco está nada mal.
ResponderEliminarbienvenido a casita
Bienvenido a la vuelta de tus viajes o de tus sueños a esa secreta Ítaca que constantemente buscamos.
ResponderEliminarme encantan las estaciones y las fotos que has hecho...
ResponderEliminarLas estaciones son lugares en donde han quedado fijados a la pared todos los fantasmas, conversaciones y tiempos. No han detenido el tiempo: hay varios a la vez.
ResponderEliminarCreo que estas fotos tan magníficas sólo pueden ser producto de un sueño.
No sabría con cual de las dos quedarme, es más, creo q no puede estar una sin la otra. Me entusiasman las dos!!
ResponderEliminarY ella........, es guapísima.......!
Enhorabuena
En una estación en Brasov, hay sueños de estación que sería mejor no ver... El tuyo, el visto y el que ella sugiere, es magnífico contemplar con ese detenimiento, con ese acercamiento.
ResponderEliminarDura la vuelta?
Un saludo!
Qué bueno que has venido. !Ale, otra cosilla más que hacer!: estar al tanto de tus actualizaciones.
ResponderEliminarBueno, pero la estación de qué es: bus, tren..., o comienzo del otoño?
Un abrazo
Esa podría ser yo hace unos días, en algún aeropuerto Tailandes, o estación de buses!!!! Ahh, qué siestas aquellas.
ResponderEliminarEl reposo del viajero, que se mueve, que solo en pequeñas estaciones, puede detenerse mientras el tiempo sigue corriendo, pero a otro ritmo... Preciosa!
Bonito sueño.
ResponderEliminarUn placer leerte de nuevo.
Dos fotos estupendas. Coincido con muchos en que la de abajo es muy buena, esa sombra central me gusta mucho.
ResponderEliminarBueno, bienvenido otra vez y que sigamos soñando juntos con tus imágenes.
Me quedo con la primera, indudablemente, la segunda me gusta y me hace preguntarme en qué soñará la viajera, por dónde ha pasado y hacia qué lugar se dirigirá.
ResponderEliminarLa primera tiene todas las respuestas y además esa luz...
Bienvenido de nuevo Xoan.
ResponderEliminarMe gustan las dos...pero sobretodo la primera, no le falta detalle es una foto de maestro.
Un abrazo.
También prefiero la primera
ResponderEliminarMas que el sueño por viajar, es la espera por fotografiarla. Muy bonita foto, bienvenido nuevamente, espero poder ver mas material tuyo. Un saludo.
ResponderEliminarUna sala de espera es la antesala de la inspiración y para muestra un botón: esta instantánes tuya.
ResponderEliminarYo tambien me quedo con la primera aunque me queda el regustillo de verla en blanco y negro... esa luz lateral seguro que da mucho de si.
Salut i bona llum
Las estaciones, lugar de paso que atrapa los sueños y los confunde en la eternidad.
ResponderEliminarBellas imágenes.
Preciosas instantaneas! Que luz y composicion tan magnificas. A mi me pasa tambien como a Charmante, me parece una Bella durmiente!
ResponderEliminarUn abrazo!
Soberbia composición y bellas palabras, se nota que a estas alturas, ya hay menos personal es las estaciones....
ResponderEliminarSaludos.
Qué bien que hayas vuelto y poder disfrutar de nuevo de tus escritos, que tanto hacen pensar. Me alegro de que hayas vuelto con ganas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Excelente captura, me encantan los encuadre.Como siempre el textogenial.Saludos
ResponderEliminarxuan
ResponderEliminarme encantó la foto
es toda paz y confianza
dormirse en un lugar tan grande
y tan impersonal como una sala de espera en un terminal
además la modelo es preciosa sus pies son poesía pura:-)
muakismuakis
Preciosa, una foto genial, y el detalle de ampliar a la chavala muy bueno también.
ResponderEliminarUn saludo
En esta foto me gusta todo, su amplitud, el espléndido ventanal, la posición de la chica, su confortable almohada-maleta, su expresión mezcla de placer y cansancio mientras sueña-viaja.
ResponderEliminarY por supuesto el paralelismo que haces en el texto con la idea de tu viaje-sueño anhelado.
Xuan, esta foto es maravillosa (el detalle tiene magia, pero la foto tal y como la tomaste, es fabulosa). Es de esas fotos que hace que se te contenga por un momento la respiración, te obliga a volver a mirarla, te atrapa por un momento antes de discernir si es la luz, el color rojo de los asientos o las sombras lo que te ha cautivado. Esta es una de esas fotos maestras. Me encanta.
ResponderEliminarUn beso!
hubo una epoca de mi vida... varios años... que me la pasaba en salas de espera. Es un lugar donde a pesar de tanta gente que puede llegar a haber, uno se siente solo con sus pensamientos.. con sus nostalgias o tristezas por sus despedidas.. por sus alegrías por llegar pronto a casa.. la mente vuela, los sueños se multiplican y a veces se duerme.. se duerme y se viaja como dices!
ResponderEliminaruna foto llena de recuerdos para mí... gracias