En cuanto aprendí a caminar (creo que incluso antes) empecé a dirigir los paseos de mis padres hacia aquellos lugares donde se excavaban cimientos, se abrían zanjas o se removían materiales de cualquier clase. Y es que ya entonces experimentaba yo una atracción irresistible por la maquinaria pesada. Después, a medida que me fui haciendo mayor, amplié mi afición a otro tipo de artefactos. Pero todavía hoy es ver una pala excavadora y quedarme embobado admirando sus articulaciones hidráulicas, su capacidad sobrehumana tanto para la construcción como para el derribo. Por suerte, desde hace algún tiempo vengo observando una gran proliferación de fotos de excavadoras hasta el punto de que se han convertido casi en un icono, y ahora me siento menos raro. Los comentarios acerca de estas fotos hablan casi siempre de una cierta cualidad amenazante, de la animalidad latente en sus fauces abiertas, en su descanso alerta. Y lo cierto es que a menudo estas máquinas son lo único vivo en los yermos de las ciudades y en las playas desoladas. Ayer, no sé por qué, fui a una de estas playas. Apareció de pronto, como una encarnación del acantilado. Y en un instante desenrolló su imán, con la irresistible atracción de siempre. Me acerqué a ella sin tiempo para pensar, abriendo el angular del zoom cada vez más hasta que traspasé, para siempre, la distancia mínima de enfoque. Con todo, lo más duro no es terminar así, sino pensar que ya desde muy niño llevaba en mi corazón un núcleo de hierro, a imagen y semejanza de la Tierra.
lunes, 6 de abril de 2009
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Bonita imagen en blanco y negro, tiene mucha profundidad y fuerza. A mí también me resulta muy evocadora. Cuando yo tenía cuatro años me gané una paliza de mi padre por jugar con un camión de juguete llenando el volquete con el pienso de las gallinas de un saco y volcándolo en el suelo, improvisando la construcción de alguna obra magna de la ingeniería. Si hubieras estado tú con la excavadora nos habríamos divertido el doble y nos habríamos repartido la paliza, ja, ja. Buena toma. Saludos.
ResponderEliminarBuen blanco y negro!
ResponderEliminarMe gusta la fuerza que le has dado a la foto.. y el tratamiento de las texturas es excelente!
saludos!
Bien contado, Xuan. Pero las zanjas de antes ya son historia. Y en esa imagen de niño te queda la segunda parte. Si te das cuenta la excavadora lleva un inmeso tapón. Es el tapón que tapa el agujero del mundo. Lo que no sé muy bien es si la excavadora trataba de poner el tapón en su sitio; o destapar definitivamente el agujero del mundo. Lo que hacía, lo habrás visto tú. Un abrazo
ResponderEliminarEl corazón transporta siempre las buenas memorias de lo que deja huellas en la vida.
ResponderEliminarMuy buen escrito y a la foto le da mas dramatismo el byn. Saludos.
ResponderEliminarContinuaremos siempre siendo niños inocentes extrasiados ante la magia y el poder de estos mastodontes metálicos (que por cierto parecen estar de moda en este mundo bloguero).
ResponderEliminarTodavía ahora, ya mayorcitos nos las llevaríamos a casa y como eso no es posible nos conformamos con llevarnos su imagen y compartirla gozosos y ufanos con nuestros amigos... muestranos más, por favor.
Un niño con el corazón de hierro...blandito y dulce también.
ResponderEliminar:-)
Nunca me han gustado las máquinas, no me llevo bien con ellas. Pero has hecho que las vea de otra manera.
ResponderEliminarSaludos, y estupendo blog, que segurié indagando.
Aquella época, no podrîa pintarla tampoco con pinceladas tenues ni semidifusas, pues sale de un tunel,y va a parar a un hueco,ante la silente e interminable espera, cuando tan solo bastaba con abrir el tapôn que fijaste al final de ese tûnel...
ResponderEliminarEl blanco y negro, y esas rocas me evocan, sin querer,a los "Caîdos" tal vez por el color y la oposiciôn blanco/ negro, ubicados en un lugar oscuro(de la memoria) por ambas partes reivindicado.
Tus cadenas me hablan de libertades contenidas en un eslabôn, que tan solo esperaba, a alguien que lo liberase.
Nos guarecimos, acallando libertades maltrechas y pactos de espuma, sinsabores y desencantos, durante años...
Espero, desde entonces, que por fin, estirando,todos, de esas cadenas,como de una estaca,logremos liberarnos del pasado, pues son ya tantos años... y tantos muertos esculpidos en cenizas... que no sé.
Gracias, Xuan.
Un abrazo, y mil besos por todo lo que me evocan tu imagen y tu texto.
Belo abre garrafas.
ResponderEliminarUn tratamiento magnifico Xuan, y un motivo muy bien elegido... una maravilla de foto, vaya. (sin contar con el texto... que a mi tb me encanta la maquinaria pesada, nos atrapó el iman...)
ResponderEliminarTienes razon Xuan, tambien he visto varias de estas maquinarias por los blogs, te tengo que decir que quedan expectaculares porque le dais un toque especial que las hace diferente de lo que normalmente vemos en ellas, estupendo tratamiento para esta foto.
ResponderEliminarSaludos
Jose Casielles - www.casielles.es
Es una muestra de esoas espectáculos irresistible sque siempre son la naturaleza y el poder del hombre puesto de manifiesto en grandes arquitectura y en impresionantes herramientas.
ResponderEliminarPor cierto... el B/N muy muy adecuado!
Lo tengo claro:
ResponderEliminarLas excavadoras están hechas a IMÁN/GEN y SEMENJANZA tuya. Y ojo, que no pongo una barra entre la 'n' y la 'j' de semejanza, para que no piensen mal, entendiendo semen como simiente, siempre ésta a imagen y semejanza de la Tierra. Como tú.
Besos imantados.
Hacía días que no me pasaba por tu blog. Afortunadamente, la cortesía de corresponder a un comentario tuyo en el mío ha hecho que redescubra tus certeras miradas, tu impecable técnica y tus inigualables palabras. Todo ello alimento para el espíritu, del que está muy necesitado.
ResponderEliminarNo es importante que estos dinosaurios mecánicos abunden últimamente. También han abundado siempre las puestas de sol o los reflejos en el agua y nadie se queja. Lo importante es la calidad de la imagen, que transmite perfectamente la fuerza de ese monstruo de acero.
Abrazos admirados.
Lo primero que he sentido al ver tu máquina ha sido ternura. Hoy se ven muchas fotos de artefactos y a menudo resaltan lo que en ellos hay de obvio: su fuerza, su potencia, su frialdad,... y está muy bien. Yo creo, porque me ha causado esa impresión tierna, que tu foto es especial porque has hecho algo nuevo que es humanizar tu máquina. Tu excavador me recuerda más a R2D2 que a Mazinger Z.
ResponderEliminares verdad que se ven muchas excavadoras por el mundo blog y tambien es verdad lo que comentamos sobre estas fotos, pero es que algo de cierto debe haber en todo ello. yo tb tenia excavadoras y volquetes de pequeño y como miguele improvisaba mis propias obras...ni que fuera para alcalde de madrid jajaja. de tu foto me gusta la textura de la pala por encima de todo lo demas y me sorprende que utilizaras el byn.
ResponderEliminarEn cambio a mí sólo me atrae el vil metal...
ResponderEliminarMuy buena foto, toda ella parece de acero; también de plata vieja.
Desde luego me atrae. ¿Será el imán?
Bueno, tenias una espinita clavada con las excavadoras.
ResponderEliminarMe extraña mucho no verla en color, como la mayoría.
Supongo que sera porque tienes tu propio estilo.
Que pases una buena Semana Santa.
Un abrazo.
Un tesoro tu blog. Las fotos bellísimas, los textos inteligentes. ¡Felicidades!
ResponderEliminarPreciosa imagen y muy buen blanco y negro.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Un saludo.
Es una mezcla entre la animalidad que hablas, y los recuerdos de nuestra infancia. Buen relato. Has conseguido un BN de concurso. Un saludo Xuan.
ResponderEliminarLo malo es que algunos, con un imán, quieren torcernos el sentido del giro....
ResponderEliminarLa foto, asombrosa: la máquina parece un monstruo que surge de su caverna.
Una foto que me hubiera gustado firmar, ya sabes, lo de "la envidia sana", el texto también, un abrazo
ResponderEliminarGenial que la hayas sacado en b/n. Así parece más un sueño, donde un bicho enorme nos recuerda que los dinosaurios también existieron. Sólo me queda saber...¿dónde te transportó?
ResponderEliminarTe deseo que estos días de descanso vacacional, (que espero los tengas) puedas seguir buscando esos monstruos metálicos de ingeniería y mecánicas, que alcanzamos a situar en nuestros más extravagantes sueños, como monstruos que se nos presentan, al final, como aliados de aventuras y retos ... y que los sigas fotografiando tan magistralmente.
ResponderEliminarSaludos
Y esta era para ti, el destino asi lo quiso. Impresiona. Es cierto que estas maquinas llaman la atencion, verlas trabajar, moverse... a mi siempre me consuela que las manipula un humano, al menos de momento. Sueño con ver la tuneladora del AVE que esta en Vigo.
ResponderEliminarMe gusta la ferocidad del encuadre acentuada por el b/n.
Saludiños
En el patio de la manzana de mi piso estan habriendo una zanja a pico y pala y estoy embobado por el ritmo sereno y el silencio roto por algunos golpes secos y alguna tonada que otra.
ResponderEliminarLo manual te devuelve más allá de la infancia.
Magnético é olhar com que se fica preso a essa foto. Pudera eu bricar com esse juguete...
ResponderEliminarEn la niñez cuanta magia tenian esas fuerzas magneticas!!
ResponderEliminarUn B&N ''metalizante'' me gusta mucho muy idone y el encuadre espectacular!
ResponderEliminarSaludos! :)
Craso error!! Ahora tu cámara estará polarizada para siempre debido al potente campo magnético del artefacto y no podrás hacer otras fotos, todas serán como esta muy buenas aunque lo intentes ;-)
ResponderEliminarSaludos.
Entre nos, Xuan, ahora que esta entrada se comentarà poco. Cuando vi la imagen, ni leî tu texto... Me sugiriô tantas otras cosas... Discùlpame.
ResponderEliminarTe veo, y te beso
Curiosa imagen en la que la excavadora parece encastada entre las tierras que en teoría debería remover. Además estamos acostumbrándonos a ver este tipo de artefactos en color, procurando enfatizar sus generalmente tonos rojos y amarillos, lo que da a este B&N una originalidad perdida.
ResponderEliminarSaludos.