El descenso lo hacemos por el mismo camino. Pero decir el mismo camino es una muestra de pereza mental que la realidad se encarga de desmentir inmediatamente. Y no solo es que la luz, ahora tamizada por las nubes, pinte de nuevo el paisaje y desvele las sombras que provocaba el sol directo de la ida. No, sobre todo es que cuesta abajo el andar se convierte en una verdadera coreografía en la que los pasos han de ser precisos y sin pausa, colocando el pie sobre la piedra que la intuición elige como firme, fiando toda nuestra pericia en la resistencia del empeine, donde todo el equilibrio se logra con el balanceo incesante de las piernas, cuando nunca se puede avanzar de frente y es lo más parecido a bailar un tango con el vacío que se descuelga por el canal vertiginoso que el arroyo abre sobre el pecho del valle, todo eso, en fin, que ejecutaría cualquier vecino con la gracia inigualable del automatismo. A mitad de ruta se encuentran río y camino en sus caídas respectivas. Aprovechamos para romper la vertical. De pronto recuerdo que he estado cargando todo el día con un trípode y decido desplegarlo como homenaje a mis espaldas y también, por qué no, como símbolo de estabilidad en tierra de desniveles. Compongo la clásica toma del arroyo con ese efecto sedoso que le tejen los segundos. Después recojo los bártulos con la tranquilidad de conciencia que da el rito cumplido. Pero un poco más abajo disparo a otra cascada sin apoyos y sin reglas y es en esa foto imperfecta donde percibo la emoción que me arrastra en los torrentes.
(Continuará)
Xuan, bellisimas imagenes acompanadas de un gran texto.
ResponderEliminarEs un placer acompañarte en este viaje.
ResponderEliminarMagníficas las fotografías. No utilizaría jamás el calificativo imperfecta. Y especialmente con la primera me he quedado un buen rato disfrutándola.
Gracias
Son las fotos imperfectas las que más me gustan. Las otras sólo tienen técnica.
ResponderEliminarQué buen homenaje ta pegaste con esa escapada y qué buena historia vas hilando sobre el tema.
ResponderEliminarMe gustan estos BN
Formidables b&w; muy buena edición y buen texto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sabes que tengo los mismos gustos, en cuanto a perfecciones técnicas, que Pedro.
ResponderEliminarLas fotos tomadas al vuelo con la cámara en las manos son distintas a las hechas con élla sujeta al trípode, que cuando se decide disparar la calma nos ha tomado por completo.
No fotografían lo mismo, aunque lo parezca.
Que tú hagas una ruta sin haber sacado el trípode debería conllevar una multa.
Que lo sepas.
Tienen buen gusto las gentes y autoridades de la zona, porque es mucho más bonito marcar las zonas de vistas con ramas cruzadas que hacerlo con uno de esos horribles carteles metálicos en los que se imprime una cámara.
ResponderEliminarPreciosas todas y la reflexión estupenda
ResponderEliminarQ tengas un día estupendo
Perfecta o imperfecta, lo esencial de una fotografía es que transmita alguna sensación, y estas lo hacen.
ResponderEliminarSaludos.
La imperfección...¿dónde habita?...no será por aquí. Lo que así pudiera parecer, tú generosidad nos la transforma.
ResponderEliminarSigamos tus pasos, silenciosos entre el follaje, delicados como el musgo que pule las piedras.
La emoción surge en el filo de la imperfección.
ResponderEliminarBuscando la sangre de lo improbable.
Magnificent, a great emotion!!!
ResponderEliminaren la primera encontraste la escalera sin peldaños, pero en la segunda encontraste uno, suficiente para apoyarse en él y ver con perspectiva como el agua teje la imagen, aunque sea en pocos segundos, a veces incluso menos.
ResponderEliminarUN placer leer y mirar.
ResponderEliminarMuy buen b&n. Enhorabuena por tu blog.
ResponderEliminarCon tu permiso, te enlazo.
saludos
Reconozco que una foto estudiada y bien hecha, tiene su mérito. Y puede estar perfecta.
ResponderEliminarPero a mí me gusta fotografiar a lo bestia y vivir intensamente la emoción de los instantes.
Es una emoción tan intensa y especial que no tiene parangón.
Hice algunas el otro día de las que yo te digo, igual te envío alguna. Como la de mi última entrada.
No es que sean nada del otro mundo, pero al hacerlas, yo lo viví como si lo fueran.
Bueno Lo viví.
Son unas fotos fantásticas las tuyas.
Se da por hecho. y tu lo sabes. Que me producen la misma emoción que cuando las hago yo.
Las palabras sirven para no saber explicarse, pero tu me entiendes.
Un abrazo.
Muy buena entrada...texto y fotografia, todo...:)
ResponderEliminarDe repente me di cuenta de que no solo estabas hablando de fotografía. Que bella reflexión sobre la esencia de nuestra actitud en la vida.
ResponderEliminarMaravilloso sentido grafico y uso tanto del blanco y negro como del color. Un saludo.
ResponderEliminarDe repente sentí el mismo cansanción en las piernas, recorde en tus palabras cada recodo del camino, el ladrido del perro, las gallinas, el olor a humo del pueblo? y esos descansos para admirar el paisaje y la vuelta con esos tirones en las rodillas y ese cuidado con los resbalones que nos provocan las piedras sueltas, y el pararse a la orilla del riachuelo y ver a la xana peinandose e intentando atraparnos con su canto.
ResponderEliminarQue gusto revivir la experiencia a traves de tus palabra y tus imagenes.
Besos
hello!!beautiful exposures
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