“Bandujo, pueblo medieval”. Así reza un cartel al inicio de la senda oculta entre las peñas que horada el arroyo Valmoro. Con su mera presencia el cartel indica también que el camino cayó en desuso, pues de lo contrario no haría falta nada que anunciara lo que cualquiera habría de saber, el vecino por vecino, y el extraño porque ya habría tenido buen cuidado de informarse con antelación. Ahora el cartel hace las veces de reclamo para los avezados gestores del ocio en que nos hemos convertido. Emprendemos la marcha pues, y a la media hora, en lo más vertical de la senda, con la disculpa del paisaje nos detenemos en busca del resuello que vamos dejando atrás. Reparamos entonces en la extraña filigrana que decora una hoja de zarza. Extraña al menos para nosotros, ignorantes y dudosos entre el capricho del liquen, el hongo fatal, el rastro ácido de alguna oruga o la rúbrica de cualquiera de los seres intermedios que habitan todavía estas foces y los sotos. De pronto reparamos en que el dibujo de la hoja reproduce fielmente el sinuoso trazado de nuestro recorrido. Sin tiempo casi para la sorpresa se nos quiebra la hoja entre los dedos, rota por la misma costura que nos unió las miradas. Me pregunto por qué el conocimiento irá acompañado casi siempre de alguna clase de destrucción. Pero me callo la pregunta. Y seguimos caminando como si nada hubiera sucedido.
(Continuará)
(Continuará)
ResponderEliminar• Muchos pueblos de montaña tiene esos caminos tallados en la montaña. llegar a ellos es llegar al lugar donde la vida ha huido, buscando la promesa del progreso.
Es tiempo de volver. La hoja nos lo señala.
• Saludos
CR ____________________________________
LMA
•
Nunca se si me gusta más la foto o el texto...¡¡ pero por que comparar !!.
ResponderEliminarUn abrazo.
Manuel iglesias.
Mientras sigas captando hojas de zarza como esta, llenas de savia acompañadas de palabras, seguirá habiendo camino, al menos seguirá haciéndose desde cualquier perspectiva;)
ResponderEliminarBesos, Xuan.
Primera de muchas visitas, tus fotos me transmiten y tu texto me dejan unos segundos reflexionando. Gracias por compartirlos.
ResponderEliminarUn saludo.
Grabada sobre su piel, cual si de ácido se tratara, lleva la hoja vuestra ruta marcada. Misterios sin solución, enigmas de la Natura, que muy pocas veces advertimos, a pesar de que son para nuestra ayuda.
ResponderEliminarUna hipótesis os faltó, que la huella del paso dentro de ella
de cualquier larva destructiva fuera, de esas que comen y beben la savia, lo más tierno de la hoja entera, a través de túneles que excavan en ella. He visto hojas quedar reducidas a una maraña de nerviaciones ya secas, al igual que vuestra hoja, que saltó en pedazos a la menor muestra de fuerza.
Y sin embargo, por encima del misterio de lo que realmente fuera, a mí me impresiona la atención, la que pusisteis para poder ver la hoja.
Magnífico paseo que te llevó a capturar este momento, como siempre, con una mirada certera,
con un disparo de macro, que tan gran foto te diera.
Un gran abrazo.
Enrique.
GPS en N&B
ResponderEliminarCamino interminable el de tu hoja de zarza en el que nos perdemos en la búsqueda del tiempo perdido.
ResponderEliminarY a la que hoy llamamos, turismo rural.
Yo lo llamaría añoranza.
Desconsuelo por lo que fué y no es.
No por eso deja de ser una fotografía fantástica.
La naturaleza habla con su propio lenguaje. La memoria de siglos también.
ResponderEliminarTexto y foto de nuevo comulgan.
Espero esa continuación.
Beso
Maravillosamente increible .
ResponderEliminarLa naturaleza es el mejor centro de interpretación que pueda existir, tan sólo hay que prestar atención ... y disfrutar.
ResponderEliminarExcelente B&N
Un abrazo
Espectacular imagen de detalle, al igual que debió ser epectacular la tasa de crecimiento del animal que fue marcando la sobremesa de su almuerzo con tan singular mapa.
ResponderEliminarun título muy adecuado, con su doble sentido.
ResponderEliminarel ser que la trazó tuvo que rodear, subir, bajar, sus trabajiños le habrá costado ya que es una ruta sinuosa e dificil, como al parecer lo es la que os llevará al pueblo medieval.
(Le has dado cierto misterio al elato)
la foto, curiosa.
Esperaremos la continuación de tu camino, muy buena la fotografia y la pregunta, creo que sabemos la respuesta...:)
ResponderEliminarEl pasodo, el camino recorrido en verdad queda escrito.
ResponderEliminarBella mirada Xuan.
ResponderEliminarThe vision left me with an extreme sense of surprise: a leaf is a leaf, yet it is never the same but a new story broadens my vision ..
ResponderEliminarThanks, is a picture of rare beauty.
This is beautiful work!
ResponderEliminaruna ruta ascendente, por un sinuoso camino de montaña, parece mostrar este vegetal mapa. Hoy existen unos aparatitos eletrónicos que te facilitan las rutas a seguir, pero con todos sus colores, bips y esas raritas voces que te indican insistentemente por dónde y cuando torcer, no sé, no son tan bonitos como este, seguro, ...que no te lo vea la michelin.
ResponderEliminarQué bonito el detalle y qué original el título
ResponderEliminarPreciosa
Ese bichito mínimo expresa nuestras contradicciones: ida y vuelta, hacia adelante, hacia detrás. La naturaleza es sabia y tú también.
ResponderEliminarAbrazos
Comento aquí como podría haberlo hecho en cualquiera de tus post. No sé que me gusta más, tus narraciones o tus fotografías o tal vez, casi mejor, esa extraña mixtura que consigues exprimiendo de la imágenes hasta la última gota de sentido. Algo difícil en estos días.
ResponderEliminarGracias.