Érase una vez un hombre
dedicado a investigar
hasta que un día descubrió
el modo de dominar el mar:
primero lo vació
y después lo atornilló.
Pero este mar aherrojado
iba perdiendo el azul
y a nadie le interesaba
un océano oxidado.
Fue vendido a un inversor
que ofreció un justo desprecio
y pronto el mar recuperó
todo su antiguo prestigio,
convertido en material
de revestimiento de edificios.
Que foto tan curiosa, me ha costado saber que era, primero pensé en costillas de ballena, engañada por el texto (que como siempre me sorprende y me gusta encontrarlo junto a tus fotos), pero ahora veo que es algo menos natural, genial la transformación de cosas corrientes en las que jamás me fijaria.
ResponderEliminarSi el mar, el hombre quizás no hubiera despertado si instinto de curiosidad innata.
ResponderEliminarEsa lejanía que supone mirar hacia adelante sin saber que diablos hay más allá lo hace todo posible.
Parece ser que los inversores quieren romper quimera.
Un abrazo
... curiosa esta forma tuya de ver las olas parecen mas que oxidadas de madera.
ResponderEliminarDame olas en movimiento, que dejen su sabor en mi boca y se me llenen los oídos con las voces de las gaviotas.
... desde un faro en mitad del mar (embravecido, como a mi me gusta)
Mar ... (La vendedora de humo)
¡Poder llevarse el mar a casa...!
ResponderEliminarDominar el mar...
ResponderEliminarMe encantó. Tienes clase, amigo
ResponderEliminarMuy original ;)
ResponderEliminarPura matemática la de ese hombre.
ResponderEliminarBesos, Xuan.
Excelente detalle con un tratamiento y encuadre geniales.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Saludos.
Depurado al milímetro...las personas nunca dejan de sorprenderme, crear esto que muestras es sencillamente...
ResponderEliminarBueno... inventaré la palabra, aún no existe.
Me has recordado un fragmento de la obra de García Márquez que se titula El General en su laberinto en la que el general se levanta un día, se asoma a la ventana y había desaparecido el océano. Se lo habían llevado los americanos.
ResponderEliminarEl investigador quería secuestrar el mar y tenero para él solo. Eso es imposible. ¿Cómo lo podías retratar tu si no?
Magnífica foto Xuan. Genial.
Un costillar de secretos... Plataformas submarinas ocultan curiosos engranajes q generan olas comandadas por la consciencia. Furia embravecida y viceral del embiste contra las rocas. Y luego... calma.
ResponderEliminarAbrazos.
Su belleza aniquila todo comentario.
ResponderEliminarMe has recordado la Parábola de Machado (que canta Serrat):
ResponderEliminarÉrase de un marinero
que hizo un jardín junto al mar
y se metió a jardinero...
Se ve que los marineros pueden cambiar de oficio.
Pura creatividad, Xuan
Es un mar mejorado por la toma en diagonal y la variedad de luces en tan corto espacio.
ResponderEliminarSaludos.
Pobre mar, qué daño nos habrá hecho.
ResponderEliminarQué foto más extraordinaria.
Joer, que luz mas buena, felicidades
ResponderEliminarUna luz inmejorable para un mar de tonos.
ResponderEliminarUna suma de riachuelos que volverán a llenar el mar...si llueve.
assim foi, claro.
ResponderEliminaro mar aqui é luz, luz que tu aprisionas como ninguém...
abrazo
Una cosa es lo que dice tu historia. Otra cosa es lo que realmente contenía ese silo. Lo digo por la concavidad fotográfica.
ResponderEliminarUn beso.
Preciosa composición.
ResponderEliminarUn saludo