Barrio de Santa Cruz, Sevilla
Largo el azar, mudo en el centro, donde duerme
la fragancia en la plaza, en el patio, en el interior
de la casa vedada.
Sobre el improvisado tablero, las piezas
sin embargo bien dispuestas.
El visitante, el extranjero, se detiene
y trata de deducir las reglas, la combinación,
de este juego que ha de ser algo más que un juego
de palabras. Entonces no se sabe
de dónde llega un niño
y empieza a patear, amargas,
las naranjas.
Esta imagen y estas letras despiertan mis sentidos y percibo el aroma del azahar y el sabor agridulce de las piezas en el damero improvisado .
ResponderEliminarTe recibo con ganas ya.
Un abrazo.
Buena estampa del barrio de Santa Cruz.
ResponderEliminarUn juego bien establecido y con una composición admirable.
ResponderEliminarUn abrazo
Esta y la de deseo transversal se merecen una pared para ellas solas.
ResponderEliminar¿O hay más?
Hay donde ni se gana ni se pierde, sino todo lo contrario.
ResponderEliminarUn abrazo
No sabremos si juegan con normas establecidas o se divierten jugando. El niño seguro que sí.
ResponderEliminarMientras, el azahar, perfuma el tablero.¡Qué lujo eres, kiyo!
goooooollllll!!!!!! grtó el niño
ResponderEliminary finalmente, ganó
Juegos de azahar, jugos de palabras. Pero esas naranjas urbanas son amargas. Escribe Vicent y canta Serrat:
ResponderEliminar"Cuando abril no tiene espera
el naranjo echa la flor.
Y es un cuchillo traidor
el perfume que genera.
(...)
Y ningún latido animal
está a salvo de este mal
que nada ni a nadie respeta."
Imagino que es Barrio de Santa Cruz... me alegro de que hayas visitado Sevilla, además en unas fechas tan señaladas.
ResponderEliminarLa fotografía es magistral así como el juego de palabras en el título.
Saludos.
Magnífica fotografía. Saludos
ResponderEliminarCualquier rincón es bueno para el juego.
ResponderEliminarVeo que has estado tiempo fuera, me alegro de tu vuelta.
Un saludo.
agora podia dizer aquelas coisas que se dizem, lugares comuns, a vida é um jogo e nós simples peões... mas não digo,
ResponderEliminarfalo só da foto, da beleza enganadoramente simples da fotografia, 3 em linha e 1 a ver, o jogo de linhas e cores e pétalas e, do prazer que é olha-la
abrazo
Precisa mirada.
ResponderEliminarExcelsa la foto.
Estoy de acuerdo con Martín... habrá que hacer números, jiji...
ResponderEliminarQUE BUENA..!!!
Piel antigua, pisadas y patadas, néctar dulce, cruce y coincidencia, lluvia de hojas y una diagonal sin principio pero efímera, has compartido un juego complejo...
un fuerte abrazo
xUrdE
Bonito juego.
ResponderEliminarUna pena que no pueda olerse la escena...
Un saludo.
Me llega el perfume de la flor, el jugo-juego de la naranja, sin reglas, pero con orden, porque al caerse ya cada una sabe cual es su sitio y allí espera al jugador.
ResponderEliminarPreciosa.
una buena creación,
ResponderEliminarsaludos
Dan ganas de que sea más veces primavera para que venga el niño a patear las naranjas.
ResponderEliminarSaber ver para saber encontrar. un poema visual
ResponderEliminarUn abrazo
Amargas, Xuan. Todos los naranjos en Córdoba y Sevilla son amargos.
ResponderEliminarMucho de aza(ha)r tienen las fotografías.
La patada en un niño es imprescindible.
Me gusta la aparente sencillez, que no es fácil.
ResponderEliminarUn saludo
Marivillosos. La Fotografía y el Poema.
ResponderEliminarese pequeño espacio, así representado hace pensar en simbologías oníricas.
ResponderEliminarY el poema deja un poso inquietante.
¿Cómo es que aun siendo yo seguidor de este blog, lo tenía medio olvidado?
ResponderEliminarExcelente foto, como muchas de las que veo por aquí.
Un saludo