Playa de Luanco, Asturias
Para mj
Se cepillaba la melena rítmicamente, con la lentitud propia de una mujer antigua, ciega y absorta en su propio gesto. Después, cuando la luz declinaba, se recogía el pelo en una trenza y ya dejaba de darme miedo.
Pues a mi me sigue dando miedo. ¿Qué es eso?
ResponderEliminar-Una foto estupenda ¿No lo ves?
-Ah bueno. Me resulta tan impactante que me asusta.
-Que solo es una amarra
-¿Una amarra? Nunca he visto una amarra de verdad.
Tampoco sé si eso es una amarra. ¿Es una amarra o no es una amarra?
tal cual recuerdo a mi abuela cuando se cepillaba su blanca melena, solo que en lugar de caer los pelos en una playa lo hacían en el lavabo, pequeño inconveniente de los de tierra adentro. bonito byn
ResponderEliminarabrazos y buen finde que creo que es viernes hoy
Es una amarra y otras muchas cosas.
ResponderEliminarSí que sigue impresionando aun estando en su medio.
ResponderEliminarSaludos
Era una gigante vikinga?
ResponderEliminarUna foto magnífica.
ResponderEliminarBuen homenaje a la trenza de tu recuerdo, sobre todo por situarla donde lo está.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ando revisando una a una todas las fotos publicadas en este blog para ir aprendiendo poco a poco. Las miro con afán de aprendizaje. Los textos los leo,releo. Disfruto...
ResponderEliminarGracias además por tus comentarios generosos
Me gusta ese juego de zonas en sombra y otras en luces, el encuadre con el paseante en la distancia que ayuda a ver más cerca el primer plano y además me parece que has logrado una compensación muy buen en el encuadre.
ResponderEliminarUna maravilla, vamos.
Un abrazo
hermoso despojo de una sirena con trenza. la imagino ahora, nadando pelada y con frio, cada vez más parecida a su padre (el pescado, claro)
ResponderEliminarImpactante, la amarra dio su juego, mira tu por donde a mí también me recuerda a las trenzas de mi abuela Herminia, que luego enrollaba al lado de las orejas,me encantaba verla peinarse, su pelo le llegaba sin exagerar a los tobillos sentada en aquel banco de la "lareira" fue tan impactante para mis seis años que no lo he olvidado
ResponderEliminarMe permito poner aquí un poema de "Quietud" que viene al caso:
ResponderEliminarMUJER ANTE EL ESPEJO
De otro lugar
–un lugar que no existe– y otro tiempo
es tu frío ademán ante las aguas
dormidas del espejo
mientras peinas tu trigo ensimismada,
mirada que no sé si sabría mantener
por diferente a todas con las que me confirmas.
¿Acaso has descubierto del azogue el secreto
y a través de su helada superficie
ves como en holograma
un rebullir de átomos o ángeles,
un sinuoso fondo submarino
o la niña que fuiste y ahora eres,
la que a mujer jugaba
con un sujetador y un pintalabios?
No sabes que te observo, que vigilo
tu silencio, celoso de aquella intimidad
donde llegar no puedo, temeroso
de que algún día no sepas volver.
Precioso tu blog. Bienvenido a Mitos y flautas. Un saludo.
En a orilla de la playa, uno siempre encuentra subjetivamente aquello de lo que huye, según dicen unos que entienden. Creo.
ResponderEliminarUn abrazo
que enorme generosidad la de quienes prestan recuerdos....
ResponderEliminarResto de melena trenzada de una sirena de mar o quizá tal vez de mar adentro.
ResponderEliminarUna gran composición, Xuan. El BN es una delicia visual. Felicidades.
Poderosa mujer al borde del mar.
ResponderEliminarBesos, Xuan
Llegué a pensar que era un truco técnico. Luego me di cuenta de que, en verdad, existen los gigantes que llevan la trenza de la amada hasta que se ahogan y recogen las prendas de amor las playas.
ResponderEliminarDesde luego la imagen ofrece un tremendo impacto visual, un gran hallazgo que has sabido plasmar en una sugerente imagen y poética entrada acompañada de texto, enhorabuena, el resultado es magnífico.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Qué bonita! Un encuadre fantástico. Un saludo.
ResponderEliminarLa presencia del paseante magnifica esa trenza del primer plano, haciendo de todo ello un conjunto onírico, como de cuento.
ResponderEliminarPreciosa foto.
Un abrazo.
vengo y miro: sigo enredado en esa coleta sin ver una salida...no sé si tengo miedo...
ResponderEliminarQue hermosa foto! Una maravilla.
ResponderEliminarDate una vuelta por mi blog y si queres manda alguna foto para que la publique
Saludos
Veo que somos varios los que tenemos ese recuerdo de mujeres mayores con sus largos cabellos blancos que peinaban y peinaban, esta lo hacia en el patio de su casa todas las mañanas y yo la observaba desde mi ventana con mis 6 ó 7 años, luego se hacia su enorme trenza a la que daba muchas vueltas para dejarla recogida en un moño sobre su nuca. Un recuerdo para Lucia "charrasca" hace muchos años desaparecida, pero no olvidada. La foto si que recuerda a su larga trenza blanca brillando bajo el sol de la mañana. Gracias por plasmar los recuerdos tan bien.
ResponderEliminarMi nona también tenía largos cabellos blancos que peinaba y recogía en un rodete.
ResponderEliminarIncreíble esa trenza enorme en la arena! Excelente iluminación!
Un abrazo
Con el permiso de quién nos acoge en este calendario de instantes os recomiendo el libro de poesía "quietud" de Sergio Salvador ( ha hecho un comentario a esta mism entrada). Ahora me voy corriendo a mirar con deleite a cuatro "Hermanas"; a intentar entenderlas.
ResponderEliminarexcelente e como dizer... alquímica ou a metamorfose das tranças...
ResponderEliminarTampoco puedo evitar acordarme de mi güela leyendo esta entrada. Sentada frente a aquella vieja cómoda con espejo, con el ronroneo del asma al ritmo del cepillo, su larga melena blanca...sólo que a mí, en vez de miedo, me causaba admiración: aquella larga melena siempre quedaba reducida a una eterna y mínima castaña, discretísima y escondida...exactamente igual que las infinitas historias que encerraba su vida y que muy pocas veces intenté sonsacar. Apasionantes conversaciones que nunca tuve...
ResponderEliminarEl caminante en la distancia remata poéticamente tu recuerdo, también en la lejanía.
Amarrado al mar.
ResponderEliminarExcelente captura y buenísimo el procesado.
ResponderEliminarSaludos.
Ramón
Estaba cantado: no podía ser otra cosa que una coleta de sirena.
ResponderEliminarVaya detallazo esa cuerda, saludos
ResponderEliminarTus palabras han dejado huella..tu imagen me ha dejado anonadada. Excelente es decir poco. Un abrazo
ResponderEliminar¡¡Preciosaaaaaa!!
ResponderEliminarAbrazo fuerte, Xuan.
Enrique.
Una atadura bellísima. Abrazos
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