Y la foto me parece una delicia en su minimalismo, belleza, elegancia, simetría, equilibrio, procesado y por supuesto en el simbolismo con el que la has querido dotar.
Me quedo con la textura de la hoja inferior, me encantan estos pequeños detalles de la naturaleza. La idea de la vida como una cinta continua que vuelve a reaparecer en forma de naturaleza me ha encantado. Ahora que el Papa a prohibido exparcir las cenizas de los muertos, je, je, vamos a tener que desobedecer. Un abrazo.
Una foto muy buena, se pueden tocar las hojas, gran blanco y negro. Tienes razón en cuanto a mi procesado de las hojas, de hecho yo también lo he pensado y la estoy procesando con menos procesado. Muchas gracias.
Al final, todos volvemos a casa. Muy buena, esquisitos detalles de alguien que ama lo que hace. Texturas, diagonal helicoidal y procesado acorde con el mensaje que tiene la imagen. Enhorabuena.
Curiosa -o tal vez no- simetría con una imagen que colgaré esta mañana, dedicándotela, en mi blog. Que hermosa forma la tuya de aproximarte a esas dos cosas que en realidad nunca lo han sido (un malentendido antiguo de algo que siempre ha sido lo mismo).
De la tierra vengo y a la tierra voy.
ResponderEliminarY la foto me parece una delicia en su minimalismo, belleza, elegancia, simetría, equilibrio, procesado y por supuesto en el simbolismo con el que la has querido dotar.
Un abrazo Xuan y enhorabuena.
Me quedo con la textura de la hoja inferior, me encantan estos pequeños detalles de la naturaleza. La idea de la vida como una cinta continua que vuelve a reaparecer en forma de naturaleza me ha encantado. Ahora que el Papa a prohibido exparcir las cenizas de los muertos, je, je, vamos a tener que desobedecer. Un abrazo.
ResponderEliminardiferentes formas de morir...
ResponderEliminarQué composición más buena y qué bonita es la nervadura desnuda de la hoja.
ResponderEliminarSalu2
No se puede decir mejor.
ResponderEliminarLas dos caras: vida y muerte, unidas en un bucle. Fantástica fotografía.
ResponderEliminarAbrazo.
fantástica
ResponderEliminarMe asombra el color de esa tierra, está cantando fertilidad a pesar de la muerte.
ResponderEliminar¿No será que la muerte es vida?
Una foto preciosa, como un ying-yang, al final todos acabaremos así.
ResponderEliminarBuen trabajo, Xuan.
Que tengas un estupendo fin de semana.
La vida y la muerte se dan la mano.
ResponderEliminarUna diagonal perfecta en tu mirada de poeta.
Abrazos.
Una foto muy buena, se pueden tocar las hojas, gran blanco y negro. Tienes razón en cuanto a mi procesado de las hojas, de hecho yo también lo he pensado y la estoy procesando con menos procesado. Muchas gracias.
ResponderEliminarAl final, todos volvemos a casa.
ResponderEliminarMuy buena, esquisitos detalles de alguien que ama lo que hace. Texturas, diagonal helicoidal y procesado acorde con el mensaje que tiene la imagen.
Enhorabuena.
... y ahí nos regeneramos, nos decidimos a servir de alimento a otras vidas que han de llegar de regreso a la tierra. Un abrazo
ResponderEliminarUna hélice fénix. Qué acierto de foto y texto.
ResponderEliminarDesprenderse de lo que se conoce para empezar un nuevo camino, como polvo, aire, materia, quien sabe, tan exquisitamente poético como siempre.
ResponderEliminarCuriosa -o tal vez no- simetría con una imagen que colgaré esta mañana, dedicándotela, en mi blog. Que hermosa forma la tuya de aproximarte a esas dos cosas que en realidad nunca lo han sido (un malentendido antiguo de algo que siempre ha sido lo mismo).
ResponderEliminardonde nada empezó donde todo probablemente no termina...hermosa captura!
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