Sin aspavientos fueron llegando las nubes: una a una se acomodaron civilizadamente sobre la cordillera, engarzándose en las agujas de sus cimas como recortables de cartulina hasta que, fruto de algún complejo equilibrio de fuerzas, alcanzaron una disposición compacta. Mucho antes las montañas tuvieron que hacer lo propio: romper la corteza y acodarse unas entre las otras de tal modo que su impulso terminó por ser contrarrestado mutuamente. También las múltiples corrientes que se abren paso en las entrañas del monte confluyen y afloran hasta reconocerse en el espejo velado de la charca. Incluso estas palabras acuden buscando un orden, queriendo ser una música callada y clara como una fotografía. Solo nosotros llegamos allí sin un objetivo evidente, sin una línea trazada. Hasta que nuestros traseros hallaron la piedra adecuada sobre la que reposar y fueron haciendo su aparición la empanada, el queso, el salchichón y unas manzanas.
miércoles, 25 de enero de 2017
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Un lujo grande leerte.
ResponderEliminarParece que laguna y la nieve estén a un paso, estepa y montañas juntas, un contraste interesante. Se ve el agua congelada con sus diferentes texturas.Ese cielo tenebroso me gusta mucho.Y el texto una curiosa manera de explicar la orogénesis. Muy didáctica esta entrada.
ResponderEliminarexcelente trabajo amigo, un lugar de una gran belleza perfectamente retratado, saludos
ResponderEliminarEspectacular! Todas esas viandas deben adquirir sabores majestuosas consumidos ante tanta belleza
ResponderEliminarLa empanada, el queso, el salchichón y unas manzanas te debieron de saber a gloria bendita.
ResponderEliminarSólo faltaba el fuego junto a la charca helada para que nuestra dicha fuera completa.
Aunque a decir verdad, lo es, Xuán.
Todo armonía y belleza.
Qué maravilla de paisaje, de momento, de lugar...
ResponderEliminarY si ya va acompañado de empanada y queso, no se me ocurre nada más parecido al paraíso ;)
La foto tiene todo: luz, nubes amontonadas, nieve en las montañas, hielo en la charca y, sobre todo, buena compañía y mejor yantar para disfrutar del total.
ResponderEliminarSalu2
Todo encaja. Solo hay que saber encontrar su sitio.
ResponderEliminarOtra entrada en la que imagen y texto se disputan el protagonismo.
Enhorabuena, XuanRata.
Un abrazo.
Je, je, y yo que te decía hace poco que no solías hacer fotos de naturaleza propia, que siempre metías algún elemento que recordaba al ser humano. Bueno en esta foto también lo has hecho, las personas están en tu texto, pero vaya, esas son las personas que a mi me gustán en la naturaleza. Las que con su esfuerzo suben a las alturas, se sientan, y desayunando o simplemente observando disfrutan. Supongo que será algún lago o laguna en la cordillera cantábrica. Aunque podría ser un paisaje de Islandia perfectamente, transmite frio, me gusta mucho el tríangulo compositivo que forma la laguna y como lleva la vista hasta las montañas más altas del circulo montañoso del fondo. Los expertos en fotografía de paisaje hubieran buscado algún objeto en primer plano, siempre lo hacen, una piedra, un tronco, lo que sea, pero a mí en este caso me gusta así. De esta forma la sensación de excursión es más fuerte, no parece tanto una postal.
ResponderEliminarTambién a mi me recordó a Islandia sin haber estado nunca allí. Efectivamente, las montañas del fondo son la Cordillera Cantábrica en su sector del Parque Natural de Redes. Si te fijas, después del texto siempre pongo el lugar desde el que fue tomada la foto.
EliminarCierto, no me había fijado. Que grandes montañas y bosques tenéis por hay, menuda envidia!!!.
EliminarExtraordinario el equilibrio y serenidad que traspira este paisaje. Tal como lo dices, parece un acomodo amable y civilizado; pero seguro que resultó traumático llegar a tal orden, hasta que apareciste con la merienda y con tu mirada afilada para entenderlo todo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ese mirador ofrece todo un espectáculo para contemplar, no me extraña que hicierais una paradita allí. Si me hubieras dicho que eran los Andes, te hubiera creído.
ResponderEliminarUna foto majestuosa, llena de detalles.
Buen finde, Xuan.
Imponente belleza.
ResponderEliminarPara un urbanita como yo, estos espectáculos me parecen llenos de mágia, y descritos como tu lo haces, es evidente que la tienen.
Tremenda fotografía amigo Xuan.
ResponderEliminarUn abrazo!
Me parece una maravilla Xuan, no me cansaría de admirarla por su profundidad, soledad y dramática belleza.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Un abrazo.
Bellas y rabiosamente indiferentes; se dejan ver, se contornean, te seducen y luego te "jibarizan" y te ignoran. Gran paliativo para la mayoría de las soberbias; excelente cura para los ataques de orgullo.
ResponderEliminarMe encantan esas nubes que propones.
Emmm alimento para el alma es una gran maravilla como será estar ahí disfrutando del aire y toda esa grandiosa creación
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