Al otro lado de la ventanilla acontece el paisaje. Las ultimas luces de la tarde subrayan con tinta amarilla un cerro, un cultivo, el volumen desnudo de una construcción. A este lado, la autopista por la que me desplazo, o sea, me deslugarizo. Disparo fotos como el que lanza cabos a la orilla. Fallo, luego insisto. Divido los segundos en fracciones cada vez más pequeñas. Infinitesimales. Por un instante imagino que he alcanzado a la tortuga.
viernes, 5 de mayo de 2017
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¡Impresionante! Me encanta ese horizonte tan baja, y tanto cielo que parece pesar sobre la tierra
ResponderEliminarMagnífica la sensación de inmensidad.
ResponderEliminarUn abrazo
No sé como lo has conseguido, la verdad, pues no consigo quitarme de la cabeza esa imagen de ir conduciendo e ir disparando la cámara a la vez.
ResponderEliminarYa sé que tal vez conducía otro. Pero aún así.
Un abrazo.
La verdad es que a veces cometemos alguna que otra imprudencia con tal de conseguir la foto que queremos pero no hasta el extremo de conducir y fotografiar a la vez, al menos no en mi caso. Eso si, la velocidad de la autopista obliga a seleccionar una velocidad igualmente alta en el obturador: concretamente en este caso fue de una milésima de segundo.
EliminarCómo nos llega casi a hipnotizar la llanura y el horizonte lejano en Castilla a los que estamos acostumbrados a montes y montañas contínuas, a tener más cerca lo más alejado de nuestra vista. Al final, en estos lugares, lo que más infino parece es el cielo, como en tu foto.
ResponderEliminarCuánto cabe en una milésima de segundo???
ResponderEliminarPor lo visto los cielos y la tierra en una estupenda y minimalista vista :))
Un abrazo Xuan.
Acontece a veces que el paisaje es maqueta extraordinaria de sí mismo.
ResponderEliminarExcelente paralelismo ya que asocias la A-66 con la famosa ruta 66 norteamericana, salvo que la nuestra va de norte a sur y no de este a oeste como en la otra.
ResponderEliminarEl paisaje es espectacular y para nada se nota que vas en coche, la verdad.
Feliz semana, Xuan.
Que buen ojo tienes
ResponderEliminarTus intentos tuvieron su recompensa.
ResponderEliminarQué grande es ese paisaje y que pequeños somos.
Un abrazo, XuanRata.
El cielo es magnifico pero el encuadre mejor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me siento pequeña ante tanta inmensidad.
ResponderEliminarLiebres tozudas, persistentes, intentando una y otra vez dar alcance a nuestras luminosas y veloces tortugas. Paralelismo preciso. Fotografía caricia.
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