Todos
sabemos que este año no termina el 31 de diciembre. Pero como los buenos actores cuando se atasca la tramoya o alguien
se olvida del diálogo, miraremos a la platea y tiraremos de
repertorio para que el desfase no se note demasiado. Mantener las apariencias se ha
convertido en una de las últimas formas de la solidaridad. Y la paciencia es la
virtud que ha venido a sustituir a la esperanza. Porque esta vez el nuevo año no
empieza el 1 de enero sino que irá entrando de a poco, como una cuadrilla
infiltrada en las filas enemigas. Las campanadas solo sonarán para despistar. Y
alzar las copas será nuestro santo y seña.
¡¡¡Qué buen texto has escrito!!!
ResponderEliminarFantástico a la vez que real.
Que el nuevo año nos sea leve.
Un abrazo
Lo fantástico y lo real no me parecen que se opongan ni se excluyan, al contrario son más bien las dos caras de una moneda que no para de girar.
EliminarOtro abrazo, Tracy
Buena entrada tanto en lo fotográfico como en el texto.
ResponderEliminarFeliz 2021. Un abrazo
Igualmente, Luis. Abrazo.
EliminarLa capacidad de improvisar nos salva en muchas situaciones. Creo que este año hemos tenido que practicarla y perfeccionarla aún más. De todo podemos sacar aprendizaje y provecho.
ResponderEliminarMe alegra ver que has vuelto a publicar. Siempre es un placer leerte y "verte" (tus fotografías).
Que este año que comienza "formalmente" logres las metas que te propongas, lo que viene a ser lo mismo que decirte que deseo que cada día nuevo seas feliz.
Besos
Es curioso que siendo la capacidad de improvisar quizás la que menos se enseña en las escuelas, luego acabamos viviendo en una improvisación casi permanente. Es pronto para saber lo que hemos aprendido y estamos todavía aprendiendo de todo esto. Yo ahí soy bastante pesimista porque hemos pasado por situaciones muy similares en el pasado y no parece que hayamos sacado muchas consecuencias. Todo es historia en muy poco tiempo.
EliminarLo mismo te deseo, Alís. Besos
Y yo que creía que se había acabado la cuesta arriba con este año...
ResponderEliminarNo sé, a mi veces me parece que estamos subiendo por la escalera de descenso.
EliminarSiempre nos ha resultado reconfortante pensar que los ciclos que nosotros mismos hemos establecido, marcan el antes y después de determinadas situaciones tanto en lo negativo como en lo positivo. Así, creemos que al caer la última campanada del año se producirá el milagro de entrar en una nueva era purificadora. Aunque sea engañarnos, no me parece mal si nos sirve de alivio. ¡Ah! y la foto me encanta con ese punto rojo que guía nuestra mirada y quién sabe si algo más.
ResponderEliminarUn abrazo, José Manuel.
Cierto, hay mucho de perdón universal en la ceremonia del cambio de año. De algún modo necesitamos volver a experimentar aquella ligereza que sentíamos de pequeños al salir del confesionario. Y qué poco duraba, por cierto, para los eternos pecadores.
EliminarUn abrazo
Buen año Joe Manuel, empiece cuando empiece, y que nos sigas deleitando con tan buenas fotos y tan sabrosos textos
ResponderEliminarIgualmente, Joaquín. No sé lo que saldrá en esta cuarta temporada del blog, tras 12 años de andadura ya. Nos dejaremos llevar.
EliminarLa luz no estaba al final del túnel, sino en lo alto de la escalera.
ResponderEliminarSalud y feliz año nuevo.
La de la luz al final del túnel es otra metáfora que sigue teniendo un éxito arrollador. Personalmente prefiero sentir el corazón acelerado por la ascensión que por la intriga.
EliminarSalud, Willy.
Estamos llegando al final de la escalera, pero me parece que después de esa hay otra y no sé cuándo se acabará, pero nos haremos la ilusión de atisbar el fin. Así que entrechoco mi copa contra la tuya y me dejaré llevar por el tintineo y las burbujas.Te deseo un año productivo en proyectos e ilusiones. Besos y abrazos.
ResponderEliminarEntrechoquémonos, pues. Besos.
EliminarEntre bambalinas y bastidores, bajaremos el telón, y una nueva temporada abrirá sus puertas, subiremos por esa senda ante la cruel carcajada de algún presente con máscara de pasado, esperando que esta vez el apuntador modifique nuestro texto, y el decorado llegue con algo de luz, al final del túnel.
ResponderEliminarQue 2021 siga iluminando tu mirada, y nos sigas regalando vida a través de tus imágenes.
Besos, Xuan.
Apuntadores no faltan nunca. Pero lo que necesitamos son buenos guionistas.
EliminarBesos, Zarza.
Nos hacemos ilusiones de este cambio de año, pero el tiempo, para bien o para mal, es muy lineal, pero el fin de esta pesadilla está cada vez más cerca.
ResponderEliminarFeliz año nuevo, José Manuel.
Un fuerte abrazo.
Sí, le estamos metiendo mucha presión al 2021, y no es más que un niño...
EliminarUn abrazo, Enrique.
Estoy de acuerdo con Enrique, yo personalmente no me hago demasiadas ilusiones con este nuevo año, pero el tiempo pasa. Una imagen excelente. Feliz año.
ResponderEliminarEl tiempo pasa y nos pasa, veremos si nos acompasamos con él.
EliminarUn abrazo, Ana.
Qué gráfica!! Habrá que, efectivamente, cargarse de paciencia. Feliz Año. Salud.
ResponderEliminarEl problema es que las plantaciones de paciencia empiezan a agotarse. No estábamos acostumbrados a cultivarla, que es cultivarse.
EliminarSalud, Roberto.
EL 2021 como mínimo a traído que vuelvas a deleitarnos con tus magníficas fotografías y reflexiones. Yo también tengo la sensación de que este nuevo año va a ir entrando poco a poco, de que la primavera llegará con alguna mejora y que solo en verano podremos volver a relajarnos un poco y quizás volver a soñar y viajar. Osea que vamos a tener una ardua subida como la de tu foto hasta poder llegar a una normalidad más fresca donde respirar. Un abrazo.
ResponderEliminarHasta entonces, seguir subiendo y mejor no contar los escalones.
EliminarUn abrazo
Efectivamente el calendario marca un nuevo año, nuestro calendario, aunque la vida continue sin parecer que cambien las circunstancias. Pero esperemos o confiemos que pronto la vida realmente cambie a un nuevo año donde merezca alzar nuestras copas para celebrarlo. Mis mejores deseos para ti y chin chin en el rellano de la escalera.
ResponderEliminarUn beso.
Casi en Febrero voy a felicitarte el año que tú elijas, querido Xuan; un año cualquiera, tal vez de de esos que se configuran en un solo instante de reconocimiento , complicidad y alegría.
ResponderEliminarQue las escaleras suban o bajen, a condición de que no quieran tener toda la razón.
Un fuerte abrazo.