lunes, 25 de febrero de 2008

Telar

Lo que más atrae del mercadillo, lo que más arrastra del rastro, no es el afán consumista ni tampoco la necesidad del intercambio: es el más puro instinto recolector que ante tanta abundancia al alcance de la mano, ante tamaña floración de nuestro pequeño universo, escruta con la vista, revuelve, pregunta, regatea, sin más objeto que sentir de cerca la satisfacción de la abundancia, después de doscientos mil años de supervivencia.

3 comentarios:

  1. Me encanta la foto, un colorido preciso! Que peligrosos son los mercadillos para mi. Casi siempre encuentro algo inutil que comprar, y luego almacenar. Que dificil me resulta el tirar cosas!!! Me digo: por si acaso..! Podria montar un mercadillo yo solita!

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  2. Me encanta el colorido de esta foto.
    Muy chula!

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  3. El rastro acumula, en efecto, todas las formas, todos los colores, todas las sensaciones. Es un museo de nuestra materia humana.

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