
Se coló por un tragaluz. Atrapado en la arquitectura del prisma del Acuario, midió cada una de sus dimensiones con el tiralíneas de su vuelo. Junto a un ventanuco se detuvo y trató de comprender aquel nuevo espacio. Seguir buscando la salida o adaptarse a los paralelogramos. Nos fuimos al cabo de un rato y el pájaro seguía pensando.
La aventura del pajarito resume la vida: Entramos y salimos.
ResponderEliminarUn saludo
Está esperando al guía, al ángel que lo sacará de allí.
ResponderEliminarDime que lo ayudaste por favor¡¡
ResponderEliminarbuena toma
saludo sbrujos
He mirado tanto esta intrigante foto tuya que ya no veo al pájaro, sino nuestra propia jaula.
ResponderEliminarEstos espacios deben ser mundos para ellos. Yo no hace mucho ví unos en una gran superficie y la verdad es que parecían estar como Pedro por su casa...
ResponderEliminarSeguía pensando... y disfrutando de las vistas
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