Diez de la mañana. Sábado. No es el ritmo de otros días. Aún quedan chavales, algunos de aquí y otros que hablan el idioma del erasmus, que salen de ciertos locales con los ojos pequeños, deslumbrados. Algún banco aquí, otro allá, aparece ocupado por ese insomne forzado que da de desayunar a las palomas. Ante mí surge alguna escena no del todo congruente, como una ensoñación que se resiste y demuestra que la vieja ciudad de provincias se despierta, quiere despertarse, pero no lo logra del todo.
miércoles, 9 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Archivo del blog
-
►
2019
(37)
- ► septiembre (3)
-
►
2017
(34)
- ► septiembre (1)
-
►
2016
(39)
- ► septiembre (3)
-
►
2014
(42)
- ► septiembre (3)
-
►
2013
(54)
- ► septiembre (5)
-
►
2012
(73)
- ► septiembre (4)
-
►
2010
(79)
- ► septiembre (6)
-
►
2009
(97)
- ► septiembre (6)
-
▼
2008
(177)
- ► septiembre (5)
-
▼
abril
(24)
- Afanes cúbicos
- La mente en banco
- La mente en blanco
- Sin red
- Escuadra y cartabón
- Contemplativa canina
- Una peseta
- Contemplativa atmosférica
- Filones de espacio
- Como un pájaro dentro de un acuario
- Conversación baja en decibelios
- Energía solar
- Esclusas
- Aritmética natural
- La muy noble y leal
- Hacia la blanda oscuridad
- Oviedo despierta
- Puente ausente
- Los puentes colgantes
- La mirada de la araña
- La vieja panera
- Cielo pizarra
- Camuflaje
- Instrumentos
Es cierta esa sensación de que las ciudades se despiertan poco a poco. Muy agradable para vivirlo sin prisas, lento, lento.
ResponderEliminarLa vida en esas ciudades siempre es mucho más agradable q en las "grandes urbes", la calidad de vida se respira en esa foto.
ResponderEliminar... y ademas con una luz muy interesante... buen trabajo
ResponderEliminarLa foto es guapisima llena de luz. besitos desde Torredembarra.
ResponderEliminarMe gusta mucho la foto, que ilustra bien esa sensación que describes. Las sombras (que no lo son, sino restos de la noche que barre el sol mañanero), el caminar lento y extraño de los personajes, la mezcla de lo moderno y lo antiguo...
ResponderEliminarLa ciudad, sobre todo los días de fiesta a primera hora de la mañana, se hace más humana y enseña muchos de sus secretos.
Me gusta cómo has captado esa luz matutina que sin cegar hace fruncir el entrecejo.
ResponderEliminarCuriosa estampa. Saludos.
Xuan, con esta foto me has recordado este pasaje de Julio Ramón Ribeyro ("Cuentos" Edit. CATEDRA): "A las seis de la mañana la ciudad se levanta de puntillas y comienza a dar sus primeros pasos. Una fina niebla disuelve el perfil de los objetos y crea como una atmósfera encantada. Las personas que recorren la ciudad a esta hora parace que están hecas de otra sustancia, que pertenecen a un orden de vida fantasmal".
ResponderEliminarQue bonita, y que entragnable. Quiero estar ahi en este momento. Posiblemente fresco, agradable... y al fondo la catedral. Wow!!!!! Creo que si mi madre viera esta foto lloraria... Preciosa!!!!!
ResponderEliminarHermosa foto y lindo instante
ResponderEliminarCaro amigo, bela fotografia...Exelente !
ResponderEliminarUm abraço